lunes, junio 21, 2010

Paseo, tortilla y filetes empanados (22.05.2010)



Fieles a la tradición española de la fiambrera, la clave de esta ruta de senderismo se forjó durante la tarde anterior a salir hacia Canencia.

Una tortilla de patata y unos filetes de pollo empanados eran el objetivo final, y claro así uno hace la ruta como con más ganas.

La verdad es que nunca había estado en el puerto de Canencia y no se si será siempre así, pero después de las lluvias invernales, primaverales y ahora veraniegas, el monte está que se sale. Los árboles muy frondosos, el monte bajo en explosión, flores, prados... Un lujo.

Nos desplazamos en coche hasta el descansadero del puerto de Canencia, y allí según voy a aparcar me encuentro con Javi (Marek) y su mujer, que se van a hacer una ruta de senderismo bastante más ambiciosa que la nuestra, comerán en cumbre, y volverán a bajar. Un placer encontrarnos ;-)

Nosotros dejamos el coche bien aparcado, aún no hay demasiada gente y eso que no hemos madrugado mucho. A pesar de que hay mucho sitio libre a mi no se me ocurre dejar el coche a la sombra :-( soy un poco mendrugo.

Una vez iniciado el GPS, con su señal bien cogida, y con el mapa de la ruta en la mano (que el papel nunca falla) nos disponemos a comenzar nuestra ruta. Es un paseo de unos 8km con pequeñas ascensiones, pero bastante llevadero.

Comenzamos abandonando el aparcamiento, cruzando la carretera por donde hemos subido, y llegamos a lo que vulgarmente llaman la fuente del chocho. Ahí mismo cogemos una pista forestal atravesando una cancela, que asciende entre pinos, que abandonamos durante un minuto para ver una choza de pastores que han restaurado. Volvemos al camino y de nuevo cuando la pista gira a la izquierda nos desviamos a la derecha del camino principal para disfrutar de un mirador que parece que al no estar señalizado la gente desconoce, desde aquí podemos disfrutar de las vistas del valle, y de la sierra gracias al precioso día que ha salido.

Remontamos la pista forestal entre abetos douglas importados el siglo pasado para experimentos de explotación del bosque y que se han adaptado con soltura a este lugar. Acebos enormes en ambos lados del camino, un espectáculo.

Al llegar a un antiguo refugio abandonado tomamos un sendero a la derecha que nos llevará a la cascada, tras atravesar un par de riachuelos que con las lluvias traen bastante agua, y bien fresca.

Una vez echas las fotos de rigor en la cascada, continuamos buscando el río, yendo cerca de su orilla y llegando al punto más bajo de toda la ruta, donde volvemos a encontrarnos con la carretera que va de Canencia a Segovia. Aquí nos despistamos un poquillo, porque en el mapa nos indican que hay que girar a la derecha en un hito de madera, pero nosotros no vemos ni hito ni un acebo enorme que también servía de guía. Nada que no se soluciones en 3 minutos, volviendo sobre nuestros pasos.

Desde aquí nos queda remontar por un sendero bastante recto y con una subida muy templada que nos deja de nuevo en la zona del mirador de la subida. por fin vemos la pista forestal de nuevo de bajada, ahora bastante más llena de paseantes y de bicis que bajan acabando sus rutas mañaneras. Entre ellos los Paketbikers y un chaval con la equipación de foroMTB.

Y ahora viene lo bueno, volvemos al coche cogemos los tratos de matar, buscamos una mesa, y a comer, que nos lo hemos ganado. Que rica sabe la tortilla en el campo!!!

Más detalles:
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