El eterno viaje: Las Cancelas del Escorial (el

Domingo 7:30 de la mañana, suena el despertador. Estamos locos!!!

Me ducho, y miro el foro a ver si hay bajas de última hora. Manuel que no sabe si venir o no, que llueve. Pues yo no he mirado por la ventana, voy a ver... Mierda!!! Está lloviendo... que hago... que coño después de todo lo que ha pasado esta semana voy si o si!!! Además estoy de estreno, que con las lluvias ni me he puesto la ropa nueva del foro, ni ná.

También estreno los regalazos de Marian :D
Un casco Alpina Mythos L.E. chulísimo, que sustituye al viejo Bell de Decathlon.

Y unas gafas fotocromáticas Catlike Fussion R508, que son una pasada.

Desayuno, guardo las cosas en el coche y a Villalba. Así de paso pruebo el iGO que le he instalado a la Magic.

Según voy subiendo para Villalba por la A6 el panorama es muy chungo, llueve fuerte y veo niebla en la zona del Escorial. Nada, habrá que desayunar, echar unas risas y volverse sin dar un pedal.

Pero cual es mi sorpresa cuando llego a Villalba y no cae ni gota. Allí esta Manuel sin bici jejeje, van llegando todos los demás Alvaro, Paco, Fray, Maquinero, Jose Molina, Zascan y su cuñao, un chaval nuevo que no recuerdo su nombre (disculpa) y Endpar, cuanto tiempo sin verte casi no te reconozco. En fin, uno de su padre, otro de su madre, cada uno de un grupo, que más da, al fin y al cabo todos tenemos una bici y dos piernas para dar pedales, y eso, es lo que nos une.

Nos acercamos a por Cymru a la estación de trenes, foto de recuerdo y a dar pedales.

La cosa empieza recorriendo las calles de Collado Villalba para coger una vía pecuaria que nos acercará hasta Galapagar, me sorprende lo lejos que están por carretera y lo cerca que están por camino. De momento no me encuentro nada mal, un poco acojonaillo con algún pedrolo, a ver si cojo más técnica y empiezo a ir más tranqui.

Los compis me animan como siempre, menudos cracks están hechos. Por cierto la bici de Paco es una guapada!!! Yo de mayor quiero una así (pero con motor)

Finalmente llegamos a la primera cancela que da acceso al pantano de Valmayor, se ve al fondo lleno de agua, por fin... Da gusto ver los embalses tan repletos de agua, ahora solo falta gestionarla bien en verano. Bajada deprisa hasta la cola del pantano, con cuidado porque hay muchos caminantes disfrutando el día.

Nos paramos en un puente del pantano y empiezan unos 6 km de sendero, guapísimo!!! Sube, baja, izquierda, piedras, derecha, sube, raíces, riachuelo, encina, mas piedras, otro tobogán, que gozada... De nuevo me doy cuenta de mis limitaciones, físicas (bastante mejor que la última vez que hice senderos por la CdC) y técnicas (tengo que trazar mejor, adelantarme a los obstáculos, mover mejor el peso de un lado a otro, y sobre todo ir más relajado). Pero bueno estoy contento.

Dejamos atrás el sendero, y volvemos a la vía pecuaria, atravesamos la vía del tren y empezamos a abrir y cerrar cancelas camino del Escorial, alguno de los compis vigilan a las reses no vaya a ser que se arranquen y otros se diviertes vadeando un riachuelo profundo. Como Zascan va justo de hora, decidimos tomarnos la barrita y volvernos antes de llegar al Escorial. (Que conste que a mi me viene de PM que ya no voy tan bien jejeje)

Deshacemos el camino andado, y en vez de volver por el sendero, los expertos en la zona, nos guían por Navaloquejigo para atajar un poco. Ahí me doy un poco el gustazo de darle "caña", efecto barrita... Dejamos las calles del pueblo y volvemos a un senderito para llegar a la cola del embalse pero por el otro lado, buen atajo, sendero técnico con mucho pedrolo suelto.

Y después subimos ya hacía Collado Villalba por la Vía Pecuaria de nuevo, Zarzo me dice que detrás del cuestón están los coches (km 30) así que lo dejo todo en la subida, y al llegar arriba, oooooooo, que no es aquí que aún faltan otros 4 km jejeje, bueno venga último esfuerzo, nos cruzamos con varias amazonas, y ya si que llegamos al último cuestón sobre las vías del tren.

Foto de grupo y por fin llegamos al objetivo primordial de toda ruta, la opcional. Cervecitas, pinchos de morcilla, empanadillas, chorizo con patatas, risas, anécdotas y descanso. Lo hemos pasado bien, sin grandes incidencias, ni un solo pinchazo, y un par de caidillas suaves, quitando la última de Paco saliendo del bar, que hasta a él le da la risa ...

Nos despedimos y cada uno a su casa.

Llego a casa cansado, pero con la sonrisa en la boca, me encantó ese sendero...

Nos vemos en la próxima.

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