Tercera carrera de trail en la que participo, sin duda la más dura de todas. Han sido 500 metros de acumulado de los cuales 400 se concentraban en tan solo 3 km.
Hace un par de meses Javi y yo nos decidimos apuntar a la Cercedilla Trail Race en su modalidad de 14km. Después de varios líos con organización permisos y demás la prueba se quedó en 11km o pasarte a 25km a tu gusto. La cosa evidentemente no esta para correr 25 kilómetros por el monte, así que al final nos decantamos por mantenernos en la categoría de "PromoTrail".
A modo de resumen diré que la prueba ha sido preciosa y dura por igual. A las 8 de la mañana ya estábamos aparcando en la zona habilitada por la organización, mi mujer mi peque y yo. El madrugón que se pegaron ayer por ir a verme no tiene precio la verdad.
Vamos a por el dorsal, y a esperar a que llegue Javi, que viene con su familia también. Mi peque esta emocionadisimo, saltando escalones, bailando con la música, se le ve feliz de verdad y eso me anima mucho de cara a la carrera.
Vemos a las 9 la salida de la Media y poco después nos toca colocarnos a nosotros en el portón de salida. Y a eso de las 9:30 dan nuestra salida. Nos dirigimos a Camorritos, quitando un cuestón en una de las calle de salida de Cercedilla, el primer kilómetro es relativamente suave, hoy nos hemos puesto bien alante en la salida, y nos emocionamos con el ritmo, nos sale un 5:30. Después un km bastante llano por una pista ancha y nada más cruzar la vía del tren de Cotos, llegamos a lo bueno. 3 kilómetros muy muy duros, que empiezan dejando atrás unas privilegiadas casas metidas en medio del pinar, y que continúan por una auténtica trialera de subida, en la que se nos hace imposible correr. Así que caminando caminando van pasando los metros, sobre todo los de ascenso. Entre el 4 y el 5 llegamos a acumular 170m de ascenso. Tela marinera. Como dice Bárbara "trail de verdad".
En la zona de pinar no sopla una brizna de viento y a pesar de que la temperatura es ideal (poco mas de 18 grados) la humedad es bestial y voy sudando muchísimo. Javi no para de animarme, dale Rubén, venga Rubén, vamos Rubén, y así vamos subiendo sin prisa pero sin pausa. Mención especial al tipo que estaba animando con el cencerro en el km5, saludando uno por uno a todos los corredores y dándonos una palmadita extra de fuerzas para coronar 300 metros más adelante.
Llegamos a la pradera en 57 minutos, 5,3km en 57 minutos, sin comentarios, reflejo claro de lo duro que es esto del trail. Un cuarto de naranja fresca y a lanzarnos al descenso. Javi alucina con que estemos en la Fuenfría, si si en el mirador de los poetas, hemos subido a un punto mítico del MTB madrileño con nuestras patitas y en menos que canta un gallo. El primer kilómetro es de bajada/llano pero por pista, pero ahí lo que viene ahora, trialera brutal de bajada durante unos 2 km. Empiezo los 15 primeros metros conservador, pero es tan bonita y me encuentro muy recuperado que medio en broma medio en serio me lanzo a lo loco cuesta abajo adelantando a varias personas, Javi me grita "el de azul que va loco!!!" salto, corro, esquivo, apoyo, salto, rectifico, una auténtica gozada. Decir que las Cascadia se han portado de 12 en esta bajada. Voy pendiente de la rodilla de Javi, que en este terreno tan técnico puede peligrar, pero no, el tío sigue ahí detrás mía, aprieto y aprieta, grande como pocos.
En esto que emocionados con la trialera, vemos que viene gente de frente, por lo visto les ha pasado como a nosotros y han tirado para abajo más de la cuenta, menos mal que unos andariegos nos han avisado y nosotros no perdemos un solo metro en esa zona, quizás el único pero de la organización, porque era el único punto conflictivo de toda la ruta y estaba poco señalizado. Y sinceramente con lo bien que me lo estaba pasando, yo habría tirado hacia abajo hasta el fin del mundo. Los últimos kilómetros son ya de bajada más suave y nos acercan a la entrada del pueblo.
Una policía local que estuvo esta mañana jugando con mi hijo, me da los últimos ánimos y me recuerda que el peque está en meta ansioso porque su padre llegue. Tunelito, curva a la izquierda y recta de meta, ya les veo ellos a mi no, aprovecho para darle un buen abrazo a Javi, que me ha llevado en volandas, y después mi peque viene hacia mi corriendo y me regala un "abrazo de oso" y una sonrisa enorme. Le cojo en brazos y entramos juntos en meta levantando los brazos. Javi ha pasado justo delante mía haciendo lo propio con V, esos peques y esas super-mujeres que tenemos no las merecemos. Marian está ahí en meta, se la ve contenta y se nota que disfruta al ver a sus dos chicos juntos felices y disfrutando de algo tan sano como el deporte.
El tiempo quizá sea lo de menos pero 1:25:59 para 11km, significa que nos hemos hecho los 5,5km de bajada en 29 minutos, disfrutando muchísimo la verdad.
Luego recogida de camiseta, un buen desayuno post carrera, comprar pan de pueblo y despedida de los amigos. Una pena que todo pase tan rápido cuando lo pasas bien, pero siempre queda esto:
Y ESTO: